El modelo MG-42
Alemania comenzó la II Guerra con todas sus unidades dotadas del modelo MG-34, y con algunas veteranas Maxim.
Pero hubo razones que les llevaron al nuevo modelo MG-42. Estas fueron:
-La MG-34 era costosa de fabricar, y al crecer las necesidades (especialmente con la invasión de Rusia), se buscó un diseño mejorado que redujera el coste.
-La MG-34 se había mostrado poco efectiva ante el polvo y el barro (especialmente, el limo fino).
Los costes se abarataron aplicando técnicas de fabricación basadas en prensnado y estampación.
La MG-42 se basaba en un sistema de funcionamiento patentado por Edward Stecke, un policía de barrio, que se inspiró en un prototipo polaco encontrado tras la ocupación en 1939. De los ensayos e ingeniería de producción se encargó el Dr. Grunow, especialista en las técnicas de estampación, roblonado (remachado) y soldadura eléctrica.
De todo lo anterior salió la mejor ametralladora de la segunda guerra mundial. De esto no hay ninguna duda, y la prueba es que variantes posteriores están aún en servicio, en el 2009 (¡67 años después!) en muchos ejércitos, entre ellos, el español.
Funcionamiento y despiece
Funciona por retroceso de masas de corto recorrido, moviéndose conjuntamente el cañón y cierre un corto espacio. Ello permite emplear un cierre de poco peso, aumentando con ello la cadencia de disparo y la reutilización efectiva de la energía liberada. El movimiento longitudinal de cañón y cierre reduce la reelevación (que era un problema en las armas automáticas).
Tanto la MG-34 como la MG-42 aprovechan una parte de los gases en la boca del cañón: el efecto del choque sobre el deflector cónico empuja hacía atrás el conjunto cañón-cierre, favoreciendo y aumentando la cadencia de disparo (al mismo tiempo, se reduce el ruido).
Tubo refrigerador
Esta fue una de las mejoras que redujo el coste. Fabricado en plancha de acero estampada, con ventanas rectangulares en sus laterales izquierdo, superior e inferior; el derecho, en cambio, es una gran ventana para agilizar el cambio del cañón (en las ametralladoras, es necesario cambiar el cañón cada cierto número de disparos para evitar que se funda debido a las altas temperaturas que toma; por ello hay que disponer de 2 o 3, para jugar con ellos: uno o dos se enfrían, mientras el otro opera).
Su parte delantera va roscada para la colocación de la bocacha apagallamas y para actuar como deflector de gases.
El soporte para el afuste del tiro antiaéreo está centrado en su cara superior, y no en el lateral (como la MG-34).
Cañón y cierre
No tuvieron más remedio que mantener el forjado y mecanizado en ambas (con su alto coste).
El cañón lleva en su parte anterior un sector para su fijación al tubo refrigerador, que permite su deslizamiento por él. En su parte posterior, va roscada la pieza de bloqueo, sobre la que se aloja el cierre.
Se utilizó un nuevo sistema, diferente al de la MG-34: el acerrojamiento se consigue mediante dos rodillos laterales que se incrustan en las paredes de la pieza de bloqueo. Este sistema novedoso se empleó después en el fusil de asalto Mauser Stg-45 (en el que se basó el CETME español, con las aportaciones que trajo el ingeniero Luis Vorgrimier, y después, el G-3 alemán).
Un tetón en la parte superior del cierre es el que hace funcionar el sistema de alimentación del arma.
Elementos de puntería
Alza con trablón móvil, y punto de mira abatibles para el transporte. Es de corredera con graduación de 100 en 100 m hasta 2.000. El punto de mira permite corrección lateral.
Para el tiro antiaéreo, utiliza una parrilla de tres círculos concéntricos (después empleadas en armas automáticas de Artillería antiaérea, como el Bofors 40/70), a emplear desde 300 a 800 m.
Sistema de alimentación
Mediante cintas desintegrables de eslabones metálicos para 50 cartuchos, pudiéndose empalmar unas con otras. Las cajas metálicas de respeto albergaban 5 cintas, es decir, 250 cartuchos, cantidad a la que, tras un tiro continuado, se aconsejaba el cambio de cañón.
Estas cintas podían recogerse en cargadores “de tambor” para 50 cartuchos, que se utilizaban cuando no era efectivo (o era peligroso) llevar la cinta colgando (asaltos, tiro antiaéreo, etc).
La cinta pasa mediante un mecanismo de dientes metálicos que enganchan los eslabones, arrastrándolos hacia el lado derecho, en un movimiento de valvén que genera una biela accionada por el tetón superior del cierre en su movimiento alternativo.
Bípode y trípode
El bípode es el elemento estándar. Se sujeta al refrigerador en su parte delantera. Se puede plegar para transporte, o cuando se va a montar sobre trípode.
El trípode era del mismo que para la MG-34.
Con trípode, se ampliaba el alcance efectivo si se disponía de un visor óptico con colimaciones.
Pistolete
Consiste en una pieza metálica con cachas de baquelita en donde se coloca el disparador y pasador de seguro.
A diferencia de la MG-34, el mecanismo de la 42 no tiene pestillo interruptor, y por ello sólo puede funcionar en ráfaga, y no en tiro-a-tiro. El disparador tiene forma convencional, quedando bloqueado cuando se acciona el seguro.
Funcionamiento
Para iniciar el tiro, se levanta la tapa del sistema de alimentación, se toma el extremo de la cinta de cartuchos, se coloca ésta encima de la teja, dejando el primer cartucho a la izquierda. Se cierra la tapa, y se monta el arma tirando hacía atrás de la palanca de montar, para que el cierre quede retenido en su posición más retrasada. Ya sólo basta con apretar el disparador para que el cierre avance, recoja de la cinta un cartucho, lo introduzca en la recámara y se realice el disparo. En su retroceso arrastra hacia atrás la vaina, y la expulsa por la ventana correspondiente situada en la parte inferior (por ello, ¡ojo a colocar la mano "sobrante" por debajo!: se quemará con la vaina caliente; eso me pasó a mí con un fusil ametrallador FAO).
Para el cambio de cañón, bastaba con dejar el cierre montado, y dar un golpe hacia delante en el pestillo del tubo refrigerador. Así, el cañón quedaba separado y desplazado hacia el lado derecho; bastaba con extraerlo hacia atrás, ayudado de guantes aislantes (en aquella época, de amianto; hoy prohibidos) para evitar quemaduras muy serias.
Este cambio de cañón, tan sencillo y rápido, fue una de las grandes ventajas de estas armas.
La MG-42 funcionó sin problemas en todo tipo de entornos, por muy adversos que fueran: barro, agua, nieve y polvo. Rommel pudo comprobar la evolución conseguida, al utilizar ambos modelos en el desierto.
Su alta cadencia de disparo, en la que las detonaciones se producían tan seguidas, le confería una “voz” muy especial que hacia inconfundible el arma que estaba disparando, ya que daba la impresión de estar rasgando una tela.
Esta cadencia de tiro tan alta requería personal muy experto, para evitar un consumo innecesario de munición.
Terminada la guerra, continuó muchos años en servicio en varios ejércitos, con algunas modificaciones (p.ej, cambio de calibre del 7,92 al 7.62x51 NATO).
Bajo licencia de Rheinmetall, fue fabricada por diversas compañías, como la Empresa Nacional Santa Bárbara en su fábrica de Oviedo para su uso en el Ejercito Español (incluso algunos de sus sitemas fueron incorporados al fusil ametrallador español FAO, reglamentario hasta entrados los 1970s).
Nuevas mejoras sobre la MG-42 permitieron desarrollar la MG3, con una cadencia de tiro algo inferior -y más apropiada- (700 a 900 disparos por minuto), mecanismo simplificado de gatillo, cargador de asalto para 100 proyectiles y capacidad para usar tanto la municion original 7,92, como la 7,62 tipo OTAN.
La MG3 es, en la actualidad, reglamentaria en diversos ejércitos: Austria, Chile, Dinamarca, Iran, Italia, Noruega, Portugal, España, Turquia, Pakistan, entre otros.
En la actualidad, la MG4 de HK (munición OTAN 5,56) coexiste con las MG-42 y MG3.
FUENTE:
http://sgm.casposidad.com/armamento/mg42.htm