Estos días he estado "re-escuchando" algunos de los muchos podcast que guardo sobre la División Azul y en muchos de ellas los "guripas" hablaban sobre lo que significaron las Hermandades que en aquellos días surgían por todos los rincones de España. Hoy, lamentablemente, debido sobre todo al inexorable paso del tiempo que desgraciadamente va segando de forma dramática las filas de nuestros veteranos, aún persisten en la lucha un puñado de Hermandades, capitaneadas por la Hermandad Nacional, que siguen en la lucha por preservar y honrar la memoria divisionaria. La verdadera memoria. Es cierto que no tienen que luchar contra el fuego enemigo, pero no es menos cierto que el enemigo sigue existiendo y que los tiempos que corren obligan a sacrificios y esfuerzos realmente prodigiosos para seguir resistiendo en estos tiempos que nos toca vivir. Para todos los que día a día luchan y ofrecen su tiempo, su esfuerzo e incluso su dinero para mantener vivas las Hermandades de la División Azul va este pequeño homenaje.
"Hermandades"
Enmudecieron las voces. Las canciones en el viento lentamente se apagaban. Las banderas se escondían. El recuerdo se acallaba.
Pero aquellos que volvieron, con la cabeza muy alta, después de haber ofrecido su propia vida a la Patria, no quisieron olvidar ni renegar de su hazaña.
Y así, por todo el País, en cada rincón de España, fueron naciendo Hermandades donde aquellos camaradas estrecharon más si cabe la unión que les alentaba a expresarse con orgullo y a dar fe de sus hazañas.
Mal pagador fue el País por el que todo dejaran, por el que dieron sus vidas, mientras tantos se quedaban en el calor del hogar y lejos de la batalla.
No pidieron nada a cambio porque latía en sus almas un espíritu supremo de sacrificio y el ansia de vencer al comunismo y preservar a la Patria de una guerra que en Europa campos de muerte sembraba.
Se marcharon como héroes, entre vítores y palmas entre miles de banderas que orgullosas ondeaban.
Pero cambiaron los tiempos cuando volvieron a España. Cuando el último cañón enmudeció en Alemania, eran un recuerdo incómodo para un País que empezaba a recorrer nuevos rumbos con distintas alianzas.
Pero ellos no olvidaban. Y exhibían con orgullo en el pecho sus medallas y en sus camisas azules águilas se entrelazaban con las cinco flechas rojas y el yugo de la esperanza.
Y en aquellas hermandades que en toda España crearan compartían, como hermanos, su historia y sus añoranzas, sus alegrías y penas, su profundo amor a España. A una España que no era aquella que ellos soñaban.
Pero seguían sirviendo, porque su honor demandaba permanecer siempre firmes en el servicio a la Patria.
La milicia es Hermandad y ellos así lo probaban. Siempre ayudando al más débil y al que más necesitaba.
Porque aquellas Hermandades, fueron bastión de esperanza, "Posiciones intermedias" que los guripas guardaban clavados a sus ideas y a un ideal que portaban en sus miradas profundas y latía en sus entrañas.
Hoy, avatares del tiempo, pocos ya nos acompañan, aunque siguen en lo alto, en sus luceros de plata.
Y unas pocas Hermandades siguen vivas en España, orgullosas de su origen y testigos de la hazaña de aquel grupo de españoles que en estepas desoladas grabaron con sangre y fuego en la Historia de la Patria.
(Manuel Cabo Fueyo)
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