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CÓMIC DIVISIÓN AZUL De Cáceres a Novgorov, la aventura de un divisionario azul llevada al cómic EFESevilla15 dic. 2020
El fundador de la revista 'Jot Down', el sevillano Ángel Fernández, decidió publicar un librito, "Hasta Novgorov", con las cuartillas que su abuelo dejó dando testimonio de su paso por la División Azul. Ahora ese título encabeza un cómic de 184 páginas y un millar de viñetas trazadas y escritas por el dibujante Víctor Barba. El abuelo de Ángel Fernández, Teodoro Recuero, fue huérfano, jornalero, comunista, falangista, legionario, estuvo cerca de morir de hambre en varias ocasiones, combatió en la Guerra Civil y se enroló en la División Azul, cuya peripecia contaba el libro titulado "Hasta Novgorod. Crónica de un viaje", una historia que en el cómic se titula "Hasta Novgorod. Crónicas de un divisionario" (Norma Editorial). El dibujante Víctor Barba, que ha trabajado en este cómic durante 26 meses, ha explicado a Efe que ha trasladado los recuerdos de Teodoro Recuero a las viñetas "respetando la historia, aunque eliminando algunos pasajes e incluyendo algunos personajes". En todo momento ha sido riguroso con el contexto histórico y en lo relativo al armamento y la vestimenta, entre otros detalles, y en contraste con el color de la gran mayoría de las viñetas ha elegido el blanco y negro para las páginas alusivas a la Guerra Civil, que en la narración funcionan como recuerdos del protagonista una vez que está combatiendo en el frente del Este. El dibujante, que también ha sido guionista en solitario del cómic, ha asegurado haber "huido del encuadre de las 'hazañas bélicas' y de las historias de superhéroes" eludiendo primeros planos de acción y optando "por una visión mucho más panorámica". "La historia tenía mucho contenido, era un relato con fuerza, las vivencias de alguien que había pasado por dos guerras; y he tratado de mantener el equilibrio en todo momento porque se trata de un periodo histórico que todavía levanta ampollas", ha explicado el dibujante. "He tratado de ceñirme en todo momento a los recuerdos de Teodoro, y he optado por un final abierto para que el lector llegue a sus propias conclusiones; ya hay demasiadas obras panfletarias o revanchistas sobre el periodo", ha añadido. También ha incluido pasajes que no estaban en el original de Teodoro Recuero, como uno alusivo a la persecución de los judíos en la retaguardia alemana, pero que a juicio del dibujante ayudan a situar el periodo histórico. Víctor Barba se ha esforzado en poner de manifiesto con sus viñetas "el disparate en sí mismo de la guerra", que está muy bien personificado en el protagonista: "La gente que se ve arrastrada y se estrellan unos contra otros en guerras que no saben ni de dónde vienen". Por ese motivo ha incluido a personajes que acaban alistándose en la División Azul por los motivos más diversos: el "convencido" que cree que hay que combatir el comunismo, el "superviviente" que lo hace sólo por conservar la vida y el que "va huyendo de un mal mayor". Teodoro Recuero, que murió hace ahora trece años, cuando había cumplido los 93, intervino en alguno de los combates más duros de la Segunda Guerra Mundial, como los de Nitlikino, aldea ubicada en el flanco izquierdo del despliegue de los españoles que sufrió el embate del enemigo de manera constante. Recuero nació en Serradilla (Cáceres) en 1914, se ganó la vida, una vez que volvió del frente del Este, como cobrador de autobuses de la empresa municipal de Madrid, y fueron sus hijos y sus nietos los que le compraron una máquina de escribir eléctrica para que pudiera teclear sin demasiado esfuerzo, ya que el reuma le persiguió desde su aventura en Rusia y le dejó los dedos torcidos.
Alfredo Valenzuela
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