Tomado de un Grupo de Facebook:

Gracias a las gestiones de la DIAPER (Dirección de Asistencia al Personal de Apoyo a Heridos y Familiares de Fallecidos del Ejército de Tierra), de las autoridades rusas y la organización Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, encargada de exhumar a todos los alemanes caídos en cualquier frente de cualqier nación, por fin reposan en sus pueblos de origen cinco de aquellos caídos de la División Azul. Concretamente se trata del soldado Francisco Redondo García, del cabo José Ramón García Espina, sargento Lázaro Garrido Vergara, teniente Esteban Heredero Valverde y el comandante José Alemany Vich.
Este pasado lunes se celebró en Palma de Mallorca una misa en su honor, a la que acudieron sus descendientes, entre ellos su hijo. También acudió invitada por la familia una representación de la Fundación División Azul de Baleares.

Ceremonia en homenaje al comandante Alemany

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Un combatiente de la División Azul, repatriado 80 años después de su muerte


Grabado con la imagen de Francisco Redondo García-Cano, miembro de la División Azul y fallecido en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. / FA


Un papel dentro de una botella dio la pista para hallar su cadáver en Rusia y trasladarlo hasta Talavera de la Reina (Toledo)
J.M.L.Toledo
Lunes, 28 septiembre 2020, 14:09


Los restos mortales de Francisco Redondo García-Cano, combatiente de la División Azul en la Segunda Guerra Mundial, ya reposan en el cementerio municipal de su ciudad natal, Talavera de la Reina (Toledo). Han tenido que pasar casi 80 años desde su muerte para que su familia –sus sobrinos- hayan conseguido su repatriación con la colaboración de las autoridades de España, Alemania y Rusia. Un papel encontrado en el interior de una botella junto a un esqueleto en una fosa común de Rusia fue la pista definitiva para dar con su paradero.
Francisco tenía 23 años cuando murió. De complexión atlética –había sido piragüista-, era el menor de tres hermanos. Se había enrolado en la División Azul como telefonista en una compañía de zapadores para luchar junto a las tropas de Hitler en Rusia y el 1 de diciembre de 1941 encontró la muerte en el frente de Volchov. Unos días antes había resultado herido al ser atacado por una patrulla soviética y, aunque fue evacuado a la ciudad de Sitno, falleció y fue enterrado .
«Su madre, cuando se enteró de su muerte, fue una muerta en vida y siempre nos decía que trajésemos a su hijo, pero murió en 1961. También mi padre, su hermano, murió en 2004 sin poder cumplir ese deseo que hemos logrado la tercera generación», relata Francisco Redondo, sobrino del soldado.
Una calle a su nombre
Un papel con una referencia a Francisco Redondo que la familia halló junto a esqueleto en Sitno ha permitido su identificación y posterior repatriación a España con la ayuda de la Dirección de Asistencia al Personal de Apoyo a Heridos y Familiares de Fallecidos del Ejército de Tierra, las autoridades rusas y la organización Volksbund Deutsche Kriegsgräberfürsorge, que trabaja desde 1916 por la paz y la reconciliación. Casi 80 años después de su muerte, Francisco Redondo ha podido regresar a su ciudad natal donde una calle lleva su nombre desde 1955.
Precisamente, el pasado mes de agosto, un senador de Compromís instó al Ayuntamiento de Talavera de la Reina a eliminar este nombre del callejero en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, petición que no ha tenido en cuenta a pesar de que este consistorio lo gobierna el PSOE por mayoría absoluta.