Pablo González Viana. Acabamos de enterarnos con un enorme retraso, del fallecimiento del vallisoletano de Geria (17 de junio de 1923), Pablo González Viana, falangista y divisionario, veterano del Grupo de Exploración y de Antitanques. Estuve hablando con su familia por la Navidad pasada, para felicitarle y volver a tantear la posibilidad de entregarle la medalla del 70º Aniversario de la División Azul. Estaba en condiciones muy limitadas. Viudo desde hacía un par de años, había perdido muchas facultades y su hija Estrella nos insistió que no podía recibir emociones. Hablarle de la División Azul o de la situación política en España y echarse a llorar era todo uno...; llevaba en el corazón su amor a España, su presencia en el frente ruso y su militancia falangista. Murió semanas después de que hablase con su familia, el 23 de enero de 2017. Hombre con un profundo sentido de la vida, católico sencillo, iba a misa todos los días, con su mujer, a la iglesia de los Padres Franciscanos. Hasta que las piernas le fallaron y tuvo que quedarse en su casa sin salir (vivía en la calle Pizarro en un cuarto piso sin ascensor), en el barrio del Cuatro de Marzo. En la otra Vida, nuestro querido Pablo González Viana, habrá descansado en paz -estamos seguros- con su mujer y los suyos; a salvo de tantas pasiones mezquinas de esta tierra que lo estaban minando. Su padre, labrador de Geria, Joaquín González Herrera entró a trabajar como ferroviario en la capital vallisoletana. La RENFE, por aquel entonces, estaba dominada por los marxistas y Joaquín, que había hecho amistad con Onésimo Redondo y era miembro de las Juventudes de Acción Hispánica y luego de las JONS, sufrió cárcel en agosto de 1932. como contaba su hijo Pablo fue el primer encarcelado de las JONS. Asistió con su padre al acto que se celebró en el Teatro Calderón de Valladolid, el 4 de marzo de 1934 cuando se formalizó la fusión de Falange Española con las JONS y con 12 años ingresó en el minúsculo SEU de Valladolid. No pudo participar en la Guerra Civil, sí su padre que fue herido en el Alto de los Leones combatiendo la 1ª Bandera de Falange de Castilla. Al llegar la oportunidad de la División Azul, Pablo se alistó en el banderín de enganche de Valladolid. Fue encuadrado en el 1º Escuadrón del Grupo de Exploración, unidad con la que participó en la campaña del primer invierno. Al ser menor de edad fue repatriado de los primeros en mayo del 42. Entró a trabajar en la RENFE como aprendiz pero, al llegarle los ecos de la batalla de Krasny-Bor, decidió volver a enrolarse. Como él decía, «la lucha contra el comunismo para un falangista y un español era lo prioritario». Regresó al frente con el 22º Batallón en Marcha e hizo la campaña hasta la disolución de la unidad, esta vez en la 2ª Compañía de Antitanques. De vuelta a España reingresó en la RENFE donde trabajó hasta su jubilación. Perteneció a la Guardia de Franco. Casado con Raimunda Guardo Arranz tuvo tres hijos.
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