Como muchos de vosotros, me enteré de la noticia ayer noche... Creo que esta es la ocasión en que la noticia triste y dolorosa de la muerte de un camarada divisionario ha corrido con más velocidad. Y no es extraño porque, ¿quien no conocía a "Juanito"? ¿Quien no quería a "Juanito"? De muchos divisionarios podemos enumerar sus libros,sus articulos. Citar sus cargos políticos... Pero de Juan nos ha quedado lo mejor, lo mas sustantivo, lo más valido: saber que siempre estuvo ahí, de servicio, sin fallar nunca. Por eso eramos tantisimos los que le hemos conocido: porque nunca fallaba. Ha llegado a convertirse en la encarnación -en el sentido mas literal de la palabra- de los divisionarios. Ha habido actos -como las reuniones anuales de veteranos- a los que literalmente ha ido él solito, ayudado por alhun camarada de la Legión, para que el banderín de la División Azul no faltara en ese acto. Es que él era asi: todo sencillez, pero con una absoluta entrega, una completa voluntad de servicio. ¿Como no te íbamos a admirar, querido camarada? Por eso todos queriamos que nos duraras eternamente. Lo deseabamos tan fervientemente que tu muerte, pese a que tu edad nadie la ignoraba, nos ha dejado descolocados. Y vamos a tardar en hacernos a la idea. Con el corazón en un puño, con voz que aun es trémula, desde aqui te dedicó un ¡¡Presente!! y junto a nuestro grito de ritual, entono oraciones que te acompañaran a la hora de presentarte ante el Señor de los Ejércitos.
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