Si, cuando he tenido ocasión de pasear por el Louvre o el British Museum, he podido reflexionar sobre lo buenos aprendices que fueron los nazis de esos señores, porque ambos museos están llenos de obras de arte robadas, aunque ahora parece que solo se habla de robos nazis. No hace mucho se vio una película sobre unos señores dedicados a recuperar obras robadas por los nazis. Lástima que no hicieran otra película sobre, por ejemplo, la destrucción de la abadía de Montecassino, algo militarmente innecesario, y que destruyó bastante patrimonio artiítico. Y eso por hablar de un caso famoso. De la famosa Sala del Ambar, me consta que era algo excepcional. Creo haber leído que era calificada como Octava Maravilla del Mundo... Pero debo ser perfectamente lego en arte sobre sillas, porque estas que aquí veo, siendo como son bonitas (algo cursis, para mi gusto, eso si) , no les veo nada excepcional. Estoy convencido de que un buen carpintero "de los de antes" las reproduciría iguales sin excesivos problemas. Si Usted preguntara por iconos, le diría que si, que muchos guripas se los traían: los metían en su macuto y punto. Pero, ¿sillas? El caso de la Cruz de la Iglesia de Santa Sofia es un caso bien conocido. Derribada por la artillería soviética en un lugar próximo al Puesto de Mando de los Zapadores españoles, estos la rescataron y quisieron ver un símbolo en los hechos, por lo que debidamente troceada para su transporte, se envió a España y se montó de nuevo, como objeto de culto y veneración especialísima. Pero... ¿unas sillas?
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