Benigno Menéndez Pérez nació en un "pueblín" del suroccidente Asturiano ( Posada de Rengos- Cangas del Narcea)
Tuvo la mala suerte de ser hijo de madre soltera, una madre que lo dejó con sus tíos para irse a Argentina. Lo trataban poco mejor que al “ganao” que tenían ( dormía con las cabras que le obligaron a cuidar desde que tenía 7 años)
Cuando llegó el tiempo de hacer el servicio militar fue destinado a Bilbao en Parques y Talleres de Automovilismo.
Es ahí donde le reclutaron en la División Azul. Cuando respondieron afirmativamente a la pregunta “dan bien de comer?” y le aseguraron una ración de comida diaria… “p’allá que se fue´”
Salió de España el 21 de noviembre de 1942 y llegó al frente el 20 de diciembre del mismo año ( o eso pone en los documentos que me han enviado del Archivo de Avila). Luchó en la Segunda Compañía del grupo antitanques 250.
Son muchas las historias que me contó cuando era pequeña, y puede que de alguna de ellas, mis recuerdos no sean del todo históricamente fiables, o que con el paso del tiempo haya “endiosado” a un abuelo al que adoraba y que fue uno de los pilares mas importantes de mi vida.
Es ahora, que soy adulta, y que quiero que mis hijas le conozcan, que me doy cuenta de las lagunas tan enormes que hay en esas historias, algunas de las cuales no dejan de ser meras anécdotas, históricamente hablando, después de conocer la historia de todos esos divisionarios que vivieron unas experiencias extremas.
El saber que mi abuelo fue uno de ellos, todo lo que vivieron y sufrieron, al margen de ideologías políticas, ha hecho que le admire más si cabe.
Os cuento alguno de esos recuerdos:
Siempre me contaba el frío intenso que soportaron, recorriendo la distancia correspondiente a “ España un par de veces, por lo menos”, pero que a pesar del cansancio y el frío se sentía mas en casa que todos los años anteriores de su vida. Que les daban alcohol puro para poder soportar las bajas temperaturas.
En la batalla del Lago Ilmen, un mortero alcanzó a su compañía, y, herido, cargó a sus espaldas a uno de los mandos también herido durante muchos kilómetros para ponerle a salvo. Esta acción le llevó a que le concediesen la cruz de hierro ( creo, y corregidme si me equivoco, que fueron pocas las que se concedieron a soldados rasos).
Esa cruz de hierro se perdió hace unos cuantos años, porque mi abuelo se la prestó a un compañero divisionario para que pudiese conseguir una paga, y nunca se la devolvió.
En la foto que adjunto de mi abuelo, aparece si no me equivoco, en el botón de la casaca, pero también aparece otra que no se cual es… Alguno de vosotros podría decírmelo? ( perdonad mi ignorancia)
Este mando ( del que desconozco el nombre ) como agradecimiento, le liberó del frente y se lo llevó como su asistente a Alemania. ( a un cuartel-campo de trabajo en Ulm).
No sé exactamente lo que hizo en ese tiempo. Solo que conoció a una polaca escuálida que ayudaba a las monjas en la sala de curas de ese campo de trabajo ( que ayudó a curar sus heridas de batalla) y que se enamoró de ella, haciendo todo lo posible para traérsela a España y que lo consiguió. Mi Nick “lapolaquina”, viene de ahí, a mi abuelo acabaron llamándole al polaco en toda la comarca, a mi abuela la polaca… y yo.. he heredado el apodo de mi madre… la polaquina.
Hay muchas mas historias, de sucesos concretos, anécdotas en el frente, en el tren, en la mili, pero creo que me extendería demasiado. Así que aquí os dejo mi pequeña aportación .
Solo me queda decir que mi abuelo era una de las mejores personas que conozco, y que su paso por la División Azul fue una de las razones por las que era como fue.
Partió de España siendo un muchacho y regresó siendo un hombre, con la mochila cargada de experiencias.
Un saludo a todos y gracias por leerme.